¿Te has planteado alguna vez el por qué del precio tan bajo de los muebles low cost? Seguro que sí, pero y si te dijera que los low cost realmente son más caros que un mueble normal…  ¿qué pensarías?

El boom de los muebles low cost o bajo coste va creciendo más y más cada día. Hay muchas razones que te pueden llevar a pensar que comprar muebles low cost puede ser una gran idea para amueblar tu hogar sin dejarte buena parte de tus ahorros, aunque esto no siempre es así.

La mayoría de los muebles low cost tienen muchos inconvenientes que un mueble de mayor calidad no trae consigo. Entonces, ¿debemos apostar realmente por los muebles low cost este 2018?

  • Te contamos las 6 razones por las que no apostar por los muebles low cost este 2018:

1. Las fábricas y tiendas de muebles han bajado sus precios para competir con los muebles low cost

La gran diferencia de precio es uno de los factores fundamentales por los que la mayoría de la gente suele decantarse por un mueble low cost ante muebles de mayor calidad. Como consecuencia, las fábricas y las tiendas de muebles han reducido sus precios para competir con estos gigantes del low cost, sin perder nunca la calidad de producto que los caracteriza.

2. La vida útil es muy inferior a la de un mueble de calidad

Es un dato obvio, pero no por ello no remarcable. Los muebles low cost tienen una duración mucho menor que un mueble normal de las mismas características, debido a que los materiales del low cost con los que están fabricados son mucho más endebles. El principal componente de los muebles low cost es la melanina, que tiene una dureza mucho menor a otros materiales, como es por ejemplo el caso de la madera. Además de esto, hay diferentes calidades de melanina, cuanto mayor es la calidad, mayor es su precio. Los muebles low cost utilizan melanina de baja calidad, y de ahí su peso tan ligero.

  • Pongamos un ejemplo:

- Un apilable de salón low cost rondará los 200€ - 300€: Su vida útil estimada es de 4-5 años dependiendo de su uso.

- Un apilable de salón no low cost, rondará los 250€ - 400€: Su vida útil estimada es de 10 años dependiendo de su uso. Realmente la diferencia es de tan solo 50€ - 100€ dependiendo del modelo que se busque y la duración es muy diferente de uno a otro.

3. Los muebles low cost suelen dar problemas al poco tiempo de su compra

Su uso y desgaste pueden afectar en tu día a día debido a que las bisagras y demás componentes tienden a romperse o despegarse rápidamente, como consecuencia de que no soportan mucho peso o un uso muy continuo. Los componentes de estos muebles están diseñados para tener un montaje sencillo y sin utilizar muchas herramientas.

A priori esto puede ser una ventaja pero a corto/largo plazo no tanto. Para conseguir unos muebles que se monten de forma sencilla, necesitan materiales más flexibles y de fácil uso. Por lo tanto, el mueble pierde agarre y firmeza debido que los aprietes, los colgadores y las tablas tienen un fijado mucho más endeble. ¿Realmente es preferible un montaje muy sencillo a un mueble que no nos de problemas posteriores? Desde nuestro punto de vista no, realmente lo que te ahorras de un mueble a otro lo pierdes en el uso del mismo.

4. Olvídate de que te lo monten

El low cost, como vimos en el apartado anterior, no está pensado para que te lo lleven y lo monten, sino para que puedas hacer el montaje por ti mismo y sin complicaciones. Pero esto no siempre es así, a veces el montaje si no se realiza de forma correcta puede llevar a la rotura de determinadas partes, dejándolo totalmente vulnerable o que la estructura pierda firmeza y resistencia. A diferencia de estos, los muebles normales suelen llevar incluido el servicio de entrega y montado, por lo que podrás olvidarte de este apartado, dejándolo en manos de montadores profesionales.

5. Las mudanzas o traslados son un calvario, ¡y con low cost aún más!

Por nuestra experiencia, los muebles low cost son casi imposibles de trasladar en una mudanza (hablamos de muebles grandes como apilables o armarios). La baja calidad de sus materiales hace que desmontarlos los deje totalmente inservibles, puesto que normalmente al quitar tornillos se acaben agrietando ciertas partes que lo dejen bastante estropeado para un montado posterior. Además, al tener una estructura bastante delicada, si te planteas trasladarlo sin desmontarlo puede acabar rompiendo o agrietando en el mismo viaje. Y ya no solo eso, si solamente quieres moverlo de un sitio a otro, aunque sea en la misma casa, lo pasarás realmente mal; solo con levantarlo corres el riesgo de que se rompa, se astille o se desmonte.

6. La seguridad es mucho menor

Al ser muebles que solo buscan un cuidado estético, pierden de vista muchos otros aspectos, y uno de ellos es la seguridad. No es difícil deducir que la seguridad de un mueble low cost es bastante inferior en comparación con muebles de calidad. Los muebles low cost no están pensados para soportar mucho peso, sino para ser muy bonitos estéticamente a un precio reducido, por lo que son muebles que pueden venirse fácilmente abajo si no los aseguras bien.

Los agarres y firmeza dejan mucho que desear en este tipo de muebles, y hay que tener especial cuidado si vives con niños, puesto que no es de extrañar que puedan ponerse a jugar en el mueble y que este no estuviera lo suficientemente firme y compacto.  

Visto todo esto, podemos decir que realmente la diferencia de precio y calidad no es tan grande como parece, no al menos en tiendas normales. Hoy en día puedes comprar un mueble de calidad que te garantice un tiempo de uso mucho más largo, sin necesidad pagar un precio desorbitado.

Además de esto, si en el futuro desearas deshacerte del mueble, un low cost a penas podrías revenderlo, mientras que con un mueble de calidad podrías recuperar parte del dinero invertido. Al final, como se suele decir, y que en mi opinión nunca falla; “Lo barato te puede salir caro”.